Definir una tradición es posicionarse políticamente. Hoy se realizarán muchos homenajes a José Hernández, pero el discurso oficial considera que nuestra historia es blanca y empieza con la clase media. Esta es línea de la batalla cultural” de la derecha argentina. Pero en las villas, los barrios obreros, en los caseríos del campo hay otra historia, Una tradición que no se explica por los barcos sino que lo hace por lo gaucho, lo indio y por lo negro de nuestra cultura política, dice la tesis de Mariano Dubin en su libro Parte de guerra: indios, gauchos y villeros: ficciones del origen.
El autor afirma que “la historia es la de la lucha de clases, y esas clases están inscriptas en el color de la piel (…) “Como el 17 de octubre, que fue la irrupción de los cabecitas negras en la ciudad blanca, la cumbia villera fue la irrupción estética” de lo negro y lo indio en nuestra tradición, en un momento donde el discurso del poder postulaba un país occidental, burgués, blanco. “Con sus letras irrumpió otro país: el de los correntinos, bolivianos, paraguayos, chaqueños; el de los obreros, peones, albañiles; el de los negros, los villeros, los pobres”. (…) Ésta es la rauda escritura de lo negro en Argentina: apología de lo oscuro que va del Martín Fierro a la cumbia villera”. Conversamos en base al libro de Mariano Dubin y a propósito del Día de la Tradición.
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