por Santiago Lucía

Es foco de atención mundial. Por sus múltiples consagraciones, las estrellas de su plantel o sus movimientos en los mercados de transferencias.  Real Madrid, se impone siempre como  referencia del fútbol globalizado.

Esta temporada tiene algunas particularidades. La abrupta salida de Zidane y el fin del ciclo CR7 abren la incertidumbre sobre las posibilidades de sostener el dominio europeo y acerca de los liderazgos en un plantel que perdió a sus dos principales referentes.

Como punto favorable, la base del equipo es la misma que ganó tres Champions seguidas, cuatro de las últimas cinco ediciones. Pero sin los goles, la influencia y determinación de Cristiano, se esperaba un golpe en el mercado que aún no llegó.

Se vincularon al Madrid a algunas figuras pero las negociaciones no prosperaron. El vacío de CR7 no lo ocuparán Eden Hazard, Harry Kane o Robert Lewandowsky.  Estrellas mundiales que seguirán sus carreras lejos de la Casa Blanca.

Las tentaciones más provocativas desde la apertura del mercado de pases fueron Neymar y el francés Kylian Mbappé.

La derrota en final de la Supercopa de Europa ante el Atlético Madrid revitalizó la exigencia por figuras y puso el foco en la reconstrucción post CR7.

Florentino Pérez tiene reservados 300 millones de euros por si el Fair Play financiero obliga al París Saint-Germain a desprenderse de uno de los dos. La investigación de la UEFA por supuestos contratos ficticios de publicidad y pagos del banco de Qatar para financiar las compras del club parisino puede derivar en que el brasileño o el campeón del mundo  deban emigrar. Y ahí está el Madrid, paciente y expectante. Hasta el 31 de agosto el mercado de pases lo espera.