La crisis sociosanitaria desatada por la pandemia de COVID-19 impactó fuertemente en la prestación de los distintos servicios de salud que desde el Estado se brinda a la población.
Así lo explicó Carolina Centeno, subsecretaria de Salud Comunitaria, Entornos Saludables y No Violentos del Ministerio de Salud de la Provincia del Chaco: “el contexto de pandemia representa un gran desafío para la organización de los sistemas sanitarios, y en este caso el rol del Estado es un rol muy potente en el sentido de garantizar y determinar estrategias que permitan estar presente al lado de las mujeres, de los niños, niñas y adolescentes que claramente necesitan garantizar sus derechos sexuales productivos y no reproductivos”.

Centeno especificó la tarea que se viene desarrollando desde la Subsecretaría: “lo primero que detectamos es que frente a una pandemia, sumada a la ausencia de recursos, se generan graves circunstancias para las personas y lo que tratamos de hacer es garantizar la provisión adecuada de anticonceptivos y generar estrategias que permitan que las personas, sin violar la cuarentena, puedan tener garantizados todos sus derechos. Al comienzo fue difícil porque el miedo, el pánico, la angustia más las normativas y los decretos vigentes hicieron que las personas retrasaran sus consultas, todavía no tenemos medido el impacto de lo que eso significa pero seguramente en los siguientes meses tendremos algún tipo de medición”.
La subsecretaria aseguró que tanto el gobierno nacional “desde que devolvió a la Salud el rango ministerial” y desde la provincia “con un permanente contacto con los sectores más vulnerables y atendiendo todo lo referente al coronavirus ponen de relieve la importancia que atribuyen a la salud pública".

“Todo lo que tiene que ver con anticonceptivos está garantizado y es una política priorizada, no solamente para evitar el embarazo no intencional en la adolescencia sino claramente para que las mujeres, los varones y todas las personas tengan acceso a ese derecho”, indicó Centeno.