El electo presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Mauricio Claver-Carone, ofreció su colaboración al presidente Alberto Fernández para que la Argentina pueda renegociar la "deuda heredada" por esta gestión con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El estadounidense Claver-Carone, que asumirá su función el 1 de octubre próximo, por un período de cinco años, reveló en una entrevista con la agencia AFP que se comunicó con el presidente argentino para ofrecerle su ayuda en las negociaciones ante el FMI por una deuda de US$ 44.000 millones.
"El presidente Fernández no podrá llevar a cabo su gestión hasta que pueda desencadenarse de las deudas heredadas", señaló Claver-Carone.
En este sentido, recordó que la Argentina "pudo negociar exitosamente con los acreedores privados", y mostró su predisposición "para ayudar a ajustar el programa del FMI, que se hizo en 2018 en circunstancias muy diferentes".
"Va a ser una negociación bastante intensa, pero para toda la región es importante que la Argentina pueda cerrar ese capítulo", remarcó.
En cuanto a la abstención argentina en la Asamblea que decidió ponerlo al frente del BID, aclaró que "los países que se abstuvieron lo hicieron porque consideraban una tradición que el BID fuera presidido por alguien de la región".
"Hablé con los presidentes Alberto Fernández (Argentina), Sebastián Piñera (Chile), Carlos Alvarado (Costa Rica), con el canciller de México, Marcelo Ebrard, y las conversaciones fueron muy positivas", reconoció el titular electo del BID.
En esos diálogos les propuso una gestión de unidad, a la vez que minimizó la polémica por romper la tradición de la nacionalidad de quien conduce los destinos la organización financiera internacional.
"Les dije que vamos a hacer una gestión unificadora. Y el hecho de que el único punto de contienda fuera mi nacionalidad es buenísimo, porque es lo más fácil de dejar atrás", concluyó Mauricio Claver-Carone.