"El 25 de enero de 1997 marcó un antes y un después en la historia de la libertad de expresión en la Argentina. Esa madrugada, en un descampado de la costa atlántica, el fotógrafo José Luis Cabezas fue asesinado por el simple hecho de ejercer su trabajo: fotografiar", describe Gabriel Michi.
“Hubo un antes un después del crimen de cabezas. Fue un crimen mafioso contra el periodismo”, remarcó.
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