“Después del episodio, estoy bastante tranquila”, afirmó María González, la abuela de 90 años “cumplidos” que vive sola y que - gracias a su rápida reacción - pudo frustrar una estafa telefónica y logró que la policía detuviera a un delincuente.

En diálogo con LV4 San Rafael contó que atendió el teléfono y una mujer le preguntó “¿cómo estás mamá? Yo le sentí la voz rara pero como mi hija había estado con una persona contagiada, me preocupé por si se había enfermado”.

Mentira tras mentira, la falsa hija le explicó que estaba un poco resfriada y que había ido al banco porque el gobierno había dado una nueva orden para declarar todo el dinero para que sea legal. La hija trucha le preguntó si tenía dólares y la apuró para que le diera el número de serie para completar una planilla mientras ella hacía cola en el banco.

Hasta el momento para María era todo creíble, pero cuando le dijo que no sabía cómo hacer eso, la estafadora inmediatamente le contestó que iba a ir un empleado del banco a su casa a ayudarla con el trámite.

Ahí María comenzó a sospechar. “Cuando dijo que iba a venir una persona a mi casa empecé a rebobinar y pensé esto no debe ser así”. Así fue que cortó la comunicación y llamó a la casa de su verdadera hija para hablar con sus nietos. E increíblemente la atendió su hija que asustada y preocupada, fue rápido a ver a su madre.

La verdadera hija y el estafador llegaron a la vivienda casi al mismo tiempo. Al verse acorralado, el delincuente salió corriendo. Un vecino vio todo el movimiento y avisó a la policía. Por suerte estaban muy cerca y lograron atraparlo.

María es una persona muy vital y segura. “Solamente me asuste cuando comprendí que se trataba de un robo, pero ya no me pillan más. De los escarmentados salen los aleccionados” concluyó diciendo María González con humor y orgullo, al haber contribuido a atrapar al malviviente.