El presidente Alberto Fernández aseguró que "un acuerdo definitivo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) despertará la confianza" a través de "un programa de objetivos" y "una mejor redistribución del ingreso", a la vez que ponderó las restricciones sociales impuestas por la pandemia de coronavirus porque, en caso contrario, "la infección hubiera circulado a mayor velocidad y la cantidad de muertos hubiera sido infinitamente mayor".
El Presidente anticipó también que el Gobierno buscará avanzar en un esquema de tarifas "selectivas" de acuerdo al ingreso de los ciudadanos y que se actuará con el "mayor cuidado" en el descongelamiento de los precios de los alimentos.
En una entrevista con la señal NET, Fernández dijo que "el objetivo de la economía argentina "es lograr la racionalidad" tras "un déficit fiscal que creció por la inversión adicional para superar la pandemia" del coronavirus.
El Presidente remarcó que "hay que reducir el déficit público" porque "no es bueno en ninguna circunstancia", y consideró que "la reducción del déficit va a ayudar a que la inflación vaya cediendo".
Según Fernández, para eso hay dos posibilidades: "Una es achicar la economía, que genera pobreza y reduce la actividad económica; y la otra es crecer, como hicimos en 2003 con Néstor (Kirchner), sin los programas del Fondo, que ya sabemos cómo terminan".
Por eso, apostó que un "acuerdo definitivo" con el FMI "despertará la confianza" a través de "un programa de objetivos" y "una mejor redistribución del ingreso".
"La única preocupación que tiene el FMI es el déficit fiscal, que es la misma que tengo yo", subrayó
Acerca de la suba de precios el primer mandatario puso como ejemplo que en la construcción hubo situaciones "especulativas de algunos corralones" y alertó que la Secretaría de Comercio está trabajando al respecto porque "nadie puede especular con esto".
"No lo voy a permitir", subrayó el Presidente, quien dijo que no tolerará "la especulación en pandemia con gente que está sufriendo y con gente por debajo de la línea de la pobreza".
El mandatario expresó que "una de las cosas buenas que nos dejó la pandemia es que nos permitió determinar la realidad de cada argentino. Nos pasó un tsunami, y no quiero que unos pícaros le ganen a la mayoría de los argentinos", subrayó.
En ese sentido, Fernández consideró que "los grandes perdedores" fueron los cuentapropistas, los empleados y las pymes, que "recién ahora ven una recuperación".
Consultado sobre las jubilaciones, sostuvo que su Gobierno se comprometió a que "de enero a diciembre" el sector pasivo pueda "ganarle a la inflación".
"Le ganamos a la inflación con ese universo del 85% de los jubilados. Hay que recomponer de modo creciente el ingreso de los jubilados y garantizar que cada año que pasa estén un poquito mejor que la inflación", remarcó.
En tanto, el mandatario indicó que las tarifas "se discutirán en marzo próximo" con un plan en el que "por primera vez serán selectivas".
"Hay que cambiar la lógica", expuso, y recordó: "Hasta que llegamos, las tarifas estaban dolarizadas, y eso no lo vamos a repetir".
Sobre el precio de los alimentos, indicó que hubo un "nivel de congelamiento durante muchos meses y en el último mes el descongelamiento fue precipitado", por lo que se debe actuar con "mucho cuidado" porque eso "afecta a los sectores que gastan exclusivamente en comida".
Además, el jefe de Estado defendió la gestión de la pandemia al advertir que "si no hubiéramos hecho lo que hicimos, la infección hubiera circulado a mayor velocidad y la cantidad de muertos hubiera sido infinitamente mayor".
Fernández destacó que "el sistema de salud pudo dar respuesta a cada uno que demandó atención sanitaria" y que esos objetivos se consiguieron a través de un "enorme esfuerzo de gobernadores e intendentes, sin distinción política, porque fuimos capaces de estar todos juntos para resolver un problema que nos atacaba a todos".
También sostuvo que "lo peor de gobernar en la pandemia es que uno gobierna lo desconocido, y es una experiencia que no se la deseo a nadie; debe ser lo más parecido a caminar en un pantano", graficó.
Sobre las vacunas contra el Covid-19, el Presidente reseñó que el Estrado argentino tenía acordado con el laboratorio Pfizer y la Federación Rusa recibir esos productos en diciembre y empezar a aplicarlos durante ese mismo mes, aunque el primero "se demoró".
"Teníamos para vacunar a 750 mil personas. Empezamos a hablar con Rusia, que nos ofreció 10 millones de dosis en diciembre y 15 millones más en enero, pero advertimos que no hay tiempo material, no tenemos infraestructura", indicó.
Al respecto, Fernández calculó que el Estado nacional estará en condiciones de "vacunar 5 millones de personas", en las cuentas más "racionales", mientras las proyecciones más optimistas apuntan a "7 millones".
"Estamos tratando de cerrar el contrato para tener la vacuna rusa en diciembre y empezar a vacunar en enero y febrero, y en marzo seguramente tendremos la de AstraZeneca y ya podremos seguir con esa", cerró.
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