El abogado constitucionalista Eduardo Barcesat dialogó con el programa Demasiada Tarde, que se emite por Radio Nacional Resistencia, sobre la carta difundida por la vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, como balance del primer año de gestión del Frente de Todos en donde formuló fuertes críticas al funcionamiento del Poder Judicial, y en especial de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

“Creo que debemos saludar la llegada de esta carta y del alerta que da respecto de que la gestión Macri no solo ha significado un derrumbe económico sino también un derrumbe institucional", consideró Barcesat. En ese sentido, advirtió que "es también una forma de golpismo cuando un poder con legitimidad de origen se apropia de las potestades e incumbencias que le corresponden a los otros poderes del gobierno federal, como fue bajo la gestión Macri. Todo esto resumido bajo la expresión lawfare ha sido tomado como uno de los ejes centrales del balance que hace la vicepresidenta respecto del año transcurrido de gestión del actual gobierno y de perduración incambiada de las prácticas perversas del lawfare”.

Con respecto a la actuación de la Corte Suprema, el constitucionalista aseguró que "ha sido un perverso instrumento y que además se erigen en esto que se llama gobierno de los jueces. Y en la peor de las versiones. Porque si fueran jueces que expresaran obediencia a la supremacía constitucional no estaría mal que dieran sus opiniones y sus sentencias". Sin embargo, señaló que "en lugar de eso tenemos jueces, y la Corte, particularmente, que responde a la manda del poder económico y comunicacional hegemónico y que ha tenido posturas como la del expresidente (Ricardo) Lorezentti de sacarse fotos con dos paladines del lawfare como han sido (los jueces) Sergio Moro y Claudio Bonadio".

"Esto no es un mensaje para felicitar, es un pésimo antecedente que además ha sido convalidado mediante un silencio de cuatro años en que ha habido cambio de presidente de la Corte pero el lawfare se ha mantenido intacto, profundizado, tolerado y prohijado desde la cabeza del poder judicial de la Nación”, afirmó.

Barcesat también se refirió al proyecto de ley de reforma judicial enviado por el Poder Ejecutivo y que ya cuenta con media sanción del Congreso. “Son avances, pero de ninguna manera van a resolver el problema de fondo”, aseguró. En ese sentido, consideró que “el problema de fondo requiere la convocatoria a reforma constitucional donde uno de los puntos será seguramente la estructura de integración del Poder Judicial de la Nación y del Consejo de la Magistratura de la Nación”.

“Lo consideramos un avance y una forma de ir quitando el poder omnímodo que retienen los doce jueces que integran la justicia federal penal con asiento en la Capital Federal. Pero es acotado, limitado porque es lo que se puede hacer dentro de la ley de la Nación. Hay una media sanción del proyecto de reforma en materia de integración de la justicia federal penal de la Nación, y yo doy una opinión favorable, pero no es la gran reforma que aguarda desde sus orígenes nuestra formación constitucional”, agregó.