El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, dijo que su país, principal potencia industrial latinoamericana, "está al límite de su capacidad energética" debido a una sequía histórica que golpea la capacidad de las centrales hidroeléctricas. En este contexto, además, anticipó que habrá aumentos de tarifas de luz y pidió a la población reducir el consumo en sus hogares.
En sus declaraciones, el presidente culpó a los gobernadores de reducir los impuestos provinciales a la energía, y dirigiéndose al pueblo dijo: "Les voy a pedir que apaguen la luz que no usan en sus casas, vamos a ahorrar entre todos energía".
La crisis provocó que el órgano regulador recomendara prepararse para comprar energía a países vecinos antes de fin de año.