POR CECILIA DIWAN INTERNACIONALES

A 48 años del Golpe de Estado en Chile

Este 11 de septiembre es distinto. Los chilenos y chilenas conmemoran el aniversario del Golpe de Estado, que derrocó al presidente socialista Salvador Allende en 1973, dispuestos a sepultar lo que queda del Pinochetismo en el país. Por mandato popular, una Convención Constituyente redacta una nueva Carta Magna que reemplazará a la heredada por la dictadura cívico-militar. Se trata de un momento refundacional.

Con el inicio del gobierno de Patricio Aylwin, el 11 de marzo de 1990, arrancó en Chile un largo proceso de transición democrática. No hay consenso entre los historiadores respecto a si ese periodo continúa hasta la actualidad o si ya terminó. Lo cierto es que para entender esa transición es necesario analizar el contexto que llevó al golpe y qué pasó con los partidos políticos una vez que se concretó.

Cristian Pérez es historiador de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Diego Portales de Chile. En su libro “La Vida con Otro Nombre: El Partido Socialista de Chile en la Clandestinidad" (1973-1979) rescata la historia de importantes cuadros políticos y de gente anónima, que fueron esenciales para la sobrevivencia del Partido Socialista y la posterior derrota del dictador Augusto Pinochet.

En su libro, Pérez cuenta que los días previos al golpe, el presidente Allende y el Partido Socialista debatieron llegar a un acuerdo con la Democracia Cristiana para hacer un plebiscito. La consulta seguramente sacaría del poder al gobierno de la Unidad Popular, pero salvaría la democracia.

 

En diálogo con Radio Nacional, el historiador Cristian Pérez también describe el rol que tuvo el general Augusto Pinochet los días previos al golpe. Él era visto como un militar apolítico, de carrera, constitucionalista. Por eso participó activamente en las reuniones del ejecutivo de Allende. Conocía la táctica de las fuerzas populares y las traicionó.

 

Después del golpe, todos los partidos políticos marxistas fueron proscritos en Chile y sus dirigentes enfrentaron la persecución y hasta la muerte. En el atardecer del 11 de septiembre de 1973, el Partido Socialista pasó a la clandestinidad para mantener su estructura y comandar la resistencia. Hasta entonces el partido había funcionado en libertad y sus militantes eran conocidos por la población. Así lo destaca el historiador de la Universidad de Diego Portales de Chile.

 

 

La preparación del Partido Socialista en términos militares para enfrentar el golpe era muy precaria, pero sí estaban preparados para sobrevivir en la clandestinidad, según cuenta el autor del libro “La Vida con Otro Nombre”.

 

El historiador Cristian Perez, también detalla cómo fue la situación en el exilio, y las disputas entre la dirección interior del Partido Socialista en Chile y la exterior.

 

El Partido Socialista en marzo de 1974 redactó un documento donde hizo una autocrítica sobre el comportamiento durante el gobierno de Allende. Planteó que para vencer a la dictadura se debían unir todas las fuerzas. Esto, según el historiador Cristian Pérez, marcaría el inicio del Partido de la Concertación, que gobernó el país tras la caída de Pinochet en 1990.

 

 

El libro de Pérez implicó un trabajo de varios años. El autor relata cómo fue el proceso y por qué elegio el título “La Vida con otro Nombre”.

 

Entrevista por Cecilia Diwan, especialista en política internacional de Radio Nacional.