“Estamos con las pos-oleada del Congreso de Agroecología y seguimos trabajando en las certificaciones de las producciones forestales, del que habla el ingeniero Walter Acosta: lo hacemos para que el primer grupo de productores pueda hacerlo, y consiste en un proceso que asegura que una entidad productora se ajuste a los requisitos legales en vigencia. Los beneficios son de asegurar que los productos sean legales y permitan el acceso a otros nichos de negocios que permitan avances económicos. Esto será histórico porque no existe,  y ya hay producciones, por ejemplo, de algarrobo”, indicó la integrante del Instituto de Investigaciones Forestales y Agropecuarias (IIFA).

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SILVIA VILLAVICENCIO