La escritora Sol Fantin presentó Si no fueras tan niña (Paidos), un libro en el que cuenta su historia como sobreviviente de una Fundación con características de secta en la que sufrió abusos por parte del maestro espiritual durante su infancia y adolescencia. “Mi familia entró en esta Fundación en los 80 durante la primera post dictadura. Resalto esto porque los traumas colectivos tienen una incidencia mayor de la que podemos medir. Mi familia entró buscando un refugio y se encontró con promesas, con la reencarnación, con la promesa de encontrar el amor, de un dios, de la verdad, del ser, del bien”, dijo Sol Fantin, licenciada en Letras y profesora de Literatura. “Estas instituciones ponen en suspenso el sentido común, anulan la perspectiva crítica y despiertan regresiones explotando los aspectos vulnerables y generan aislamiento”, dijo Fantin, quien también remarcó que “la figura de un maestro, guía, ministro de culto es un agravante en el código penal en los casos de abuso sexual”: “Cuando se trata de una adolescente o una casi niña como era yo y el abusador es una figura de autoridad espiritual, las posibilidades de poner una resistencia se reducen a cero”.
“Muchas veces me pregunté de qué abusa un abusador. Un abusador abusa de la confianza de su víctima, un abusador despierta el amor de su víctima y la admiración de una adolescente por un adulto que se presenta como un artista, como un maestro. Un abuso pasa por distintas etapas. En una primera etapa, hay seducción. Te hacen sentir especial, elegida y te van aislando de tu entorno. Y cuando el abuso se profundiza la relación empieza a ser de maltrato y de violencia”, relató Sol Fantin y compartió su experiencia como educadora y remarcó la importancia de la ESI como herramienta fundamental para visibilizar y desnaturalizar situaciones de violencia y abuso.
“Este libro me produjo una liberación. Me saqué un peso gigante de encima con el que cargué toda mi vida”, dijo Sol Fantin y agregó: “Aliento a animarse a hablar porque es liberador, muchas veces una no quiere mirar ahí, no quiere acordarse más pero se trata de dejar de cargar con eso, dejar de sentir vergüenza por lo que una padeció para que el pasado deje de estar tan presente”.
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