La periodista y militante feminista Cintia Alcaraz analizó el contexto en que se dio la primera marcha masiva del Ni Una Menos contra la violencia machista y reflexionó sobre lo que significó esa movilización tanto a nivel nacional como provincial. "Son siete años, pero cada territorio, cada provincia tiene su propia historia y punto de quiebre en la lucha. En La Pampa, los reclamos vienen desde el año 2004 cuando asesinaron a Andrea López", expresó.
El 3 de junio de 2015 marcó un hito en las luchas colectivas contra las violencias por motivos de género hacia las mujeres y disidencias.
Aquel día miles de personas en todo el país tomaron las calles para manifestar su hartazgo ante los femicidios que, de forma alarmante y cotidiana, reflejaban los medios de comunicación.
Precisamente, el puntapié para esa movilización fue el femicidio de la adolescente Chiara Páez, de 14 años de edad, embarazada y asesinada por su novio, Manuel Mansilla de 16 años, en la localidad de Rufino, provincia de Santa Fe.
El grito Ni Una Menos, lanzado desde nuestro país, se extendió a distintas regiones de América y el resto del mundo reclamando políticas públicas y compromiso social para frenar la violencia femicida.
Además, dejó expuesto la lentitud e insuficiencia de las respuestas institucionales y en las políticas públicas en diferentes áreas a pesar de los avances a nivel legislativo.