Rubén López, hijo del desaparecido Jorge Julio López, cuyo testimonio ayudó a la condena del genocida se refirió a la muerte de Miguel Etchecolatz, y afirmó que si bien se hizo justicia, también murió impune. "Es paradójico: condenado e impune", expresó.

En ese sentido afirmó que "no sé cómo se procesa todo esto. Muchos (represores) se murieron sin pasar por un tribunal, inclusive muchos civiles que propiciaron la dictadura ni siquiera van a ser juzgados. Es una sensación extraña por que hubo justicia, pero para muchos, no".

Asimismo, López contó que “fue una semana alborotada. La semana pasada se cumplieron 16 años de aquellas declaraciones de mi padre y estuvimos haciendo algunas actividades en el barrio Los Hornos. Cuando nos enteramos de la muerte de este genocida, dije que lo lamentaba mucho porque se fue llevando tantos secretos".

En tanto, señaló que "Etchecolatz estaba preso en una clínica privada pero debía estar en el hospital del Servicio Penitenciario, como otro cualquiera”.

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