Silvina Cepeda, docente, escritora e historiadora de Nogoyá, contó detalles históricos de la fundación de esa localidad un 16 de Julio de 1782 por el Padre Fernando Andrés Quiroga y Taboada alrededor de la capilla e imagen de Nuestra Señora del Carmen.

La autora del libro Historia de Nogoyá: 1883 - 1900, entre otros, recordó que “hace 240 años a nuestra provincia, que fue la ultima en ser colonizada, vinieron primero los sacerdotes y en 1782 nacemos nosotros como ciudad. El Estado virreinal mandó a fundar ciudades un año después”, señaló.

“En esa época estaba todo cubierto con monte y animales salvajes, sólo poblado con las tribus en la costa del Paraná y los Charrúas en el centro de la provincia. El charrúa es el que más defendió el territorio, los otros fueron obligados a trabajar en las estancias y aceptaron el dominio, pero el charrúa prefirió morir antes de ser sojuzgado”, relató.

Más adelante, contó que “las primeras familias venían desde la costa de Santa Fe, otras desde el sur de Buenos Aires, de Misiones, y otros era desertores que venían de Portugal, había de todo en esos primeros pobladores, que son nuestros primeros pobladores”, remarcó.

Y agregó que “en las primeras familias había mucha convicción que para salvarse había que bautizarse, casarse y enterrarse en un lugar santo, por eso había que tener una Iglesia, pero los vecinos debían aportar para mantener al cura", dijo. Así fue que llegó el Padre Fernando Andrés Quiroga y Taboada que era párroco de Gualeguay. El sacerdote eligió el lugar donde hoy está la Basílica y “como no había imágenes, empezó a tallar en madera de algarrobo una imagen de la Virgen del Carmen, y como no tenia ojos se los hizo con cascarón de huevos de gallina y una chica le dona el pelo oscuro”, indicó Cepeda.

“Es imagen fue centro para que se vayan nucleando familias alrededor”, contó la historiadora quien sostuvo que cada 16 de julio “tanto para católicos como para no católicos es fiesta en Nogoyá”.

En cuanto a los festejos, indicó que este viernes a la noche “se hace una torta inmensa que se comparte con los vecinos, se canta el feliz cumpleaños y hay misas de hombres a la madrugada. A la tarde se la saca la imagen por las calles de la ciudad pidiendo la bendición”, concluyó.