A 50 años de su fallecimiento, Christina Piña, coautora de “Alejandra Pizarnik. Biografia de un mito” se refirió a la vida de la gran poeta, sus logros, su lucha interna y su relación con grandes figuras como Julio Cortázar.

En tanto a su lucha interna: “Esta serie de elementos en contra, el sentirse gorda, el sentirse fea, el tener acné, el ser tartamuda y hay un factor, que a los 12 años va a tener una enfermedad y a partir de ahí vamos a tener toda la adolescencia de Alejandra marcada por todo lo malo que siente ella”.

“La poesía va a aparecer desde muy chiquita y eso es lo que va a marcar absolutamente toda su vida y a guiarla” explicó.

Al respecto de su fallecimiento: “Uno no entiende esa continuación si no entiende para Alejandra que la vida era poesía y que la poesía era vida”.

En tanto a los reconocimientos de grandes figuras resaltó: “Lo increíble es que ella no lo registra, hay cartas maravillosas de Octavio Paz y Julio Cortázar, comunicaciones de Cortázar donde le dice maravillas”.

“No deja registro en sus diarios de nada de eso positivo, de la misma manera en la que no deja registro del primer premio municipal que gana, hay una cosa muy terrible en no registrar lo bueno” explicó.