La socióloga e investigadora del VCONICET  Verónica Gimenéz Béliveau se refirió a la decisión del Arzobispado de Salta que oficializó el último miércoles la creación del “Ministerio del Exorcista”, por la que se dispuso abrir un camino formal a través del cual los creyentes de la Iglesia católica podrán acceder a un procedimiento para “expulsar los demonios”. La entrevistada analizó la medida llevada adelante por el arzobispo Mario Antonio Cargnello y expresó que si bien no es lo más normal en América Latina es "una demanda creciente".

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"Hay personas que van a buscar a los sacerdotes para decirles que tienen males poco específicos, o tienen que ver con la salud y lo mental, e identifican estos problemas con la acción del mal", explicó.

Gimenéz Beliveau mencionó que las religiones históricamente se han ocupado de temas relacionados con la salud, y que el bienestar o la felicidad en la sociedad de hoy se "ha vuelto un mandato".

"La Iglesia Católica no tiene una idea explicita de hacer frente a este tema nombrando muchos exorcistas que vayan públicamente exorcizando, pero sí tal vez de abrir un espacio para que las personas que sienten estos males indeterminados, tengan un espacio donde acudir", agregó.