El Colectivo Ni Una Menos de Corriente reclamó hoy que la justicia investigue todas las hipótesis en el caso de Griselda Blanco, la periodista de 45 años que fue asesinada en Curuzú Cuatiá. “Esto puede ser mucho más que un femicidio”, afirmó Anahí Lindstrom, periodista e integrante de NI Una Menos Corrientes en diálogo con el Área de Géneros de Radio Nacional.
“Lo cierto es que desde los colectivos feministas y desde los trabajadores de prensa, nos sentimos absolutamente preocupados y espantados por lo que le sucedió a Griselda, la saña con la que la asesinaron, las torturas. Griselda muere por estrangulamiento, pero antes de eso fue brutalmente torturada. Y entendemos que ya es una situación muy difícil de tapar y que esto puede ser mucho más que un femicidio, lo cual ya sería gravísimo, pero que acá hay otras cuestiones. Y lo que pedimos es que se investiguen todas las líneas, no cerrarnos con la situación de que Jara fue el culpable y sin investigar el resto. Hoy queremos que se investiguen todas las posibles líneas y que se investigue también al poder policial, al poder político que pudo haber estado atrás de este horrendo crimen”, sostuvo Lindstrom.
Armando Jara, expareja de Blanco y único detenido como acusado del femicidio, será indagado este martes por la Justicia y, según su abogado defensor, presentará "todas las pruebas que tiene a su favor" para demostrar que es inocente. Jara, quien se encuentra detenido en la comisaría primera de esa localidad distante 320 kilómetros al sur de la capital provincial, será interrogado por la fiscal María José Barrero Sahagún, titular de la Unidad Fiscal de Recepción y Análisis de Casos (Ufrac), quien trabaja en el caso junto a Policía Federal (PFA).
Por su parte, la exdiputada del Frente de Todos Araceli Ferreyra, que acompaña el caso, pidió la intervención del gobernador correntino Gustavo Valdés “ante la posibilidad de que se trate de un femicidio institucional”. La periodista curuzucuateña realizó diversas denuncias públicas, entre ellas, contra un comisario de la Policía provincial por abuso sexual y también por un caso de mala praxis en el hospital "Dr. Fernando Irastorza", donde murió una amiga. Sus allegados aseguraron que "recibía amenazas".
“La preocupación que tenemos porque durante las primeras horas la policía provincial fue la que tuvo acceso, entraban y salían del domicilio, no había fiscales, no había nadie que controle, se puedan haber plantado pruebas. Por eso exigimos el apartamiento total, absoluto y completo de todas las fuerzas de seguridad policial, que la investigación la realicen desde cero las fuerzas federales y para, ante la posibilidad de que se trate de un femicidio institucional y también exigimos a las autoridades provinciales, al gobernador Valdés, que se investiguen las denuncias que la propia Griselda había realizado antes de su asesinato”, agregó Ferreyra en comunicación con el Área de Géneros.
Informe: Celeste del Bianco