Mario abordó el antecedente que deja en materia de judicial y de Derechos Humanos, el fallo que condenó a tres policías de la Ciudad a prisión perpetua por el asesinato de Lucas González, en un crimen que fue caratulado de odio racial.

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Por el caso también fueron condenados por torturas y encubrimiento otros seis policías. Los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 25 ordenaron dejar asentado que tanto Lucas, como sus amigos Julián Salas (19), Joaquín Zúñiga (19) y Niven Huanca (19) -y los padres de todos ellos- fueron víctimas de violencia institucional.

"Hay un nivel de complicidad policial impresionante, un modus operandi. Cuando estos policías se encuentran ante esta situación, saben que hacer, lo que hacen pensar que no es la primera vez", dijo y agregó que en este caso "se consigue que se rompa el pacto criminal".