El médico clínico del Hospital de Clínicas de la UBA advirtió sobre el impacto del calor en la salud y la necesidad de ingerir agua para prevenir la deshidratación, a la que son especialmente vulnerables los niños y adultos mayores.
Damián Zopatti recordó que se recomienda consumir a lo largo del día al menos dos litros u ocho vasos de agua potable.
No hay que olvidar hidratarse al exponerse a altas temperaturas como también antes, durante y después de realizar ejercicio físico, ya que cuando el cuerpo se moviliza, se pierde más agua independientemente de la intensidad de la actividad.
Existe una gran variedad de bebidas: agua, infusiones (como té, café, mate), jugos de fruta, lácteos, gaseosas, entre otros. El agua es el hidratante por excelencia; el más sano y más natural.
Al momento de ingerir líquidos es preferible optar por agua y en caso de ingerir jugos o gaseosas, optar por los que no contienen azúcar ni alcohol, ya que éstos pueden generar más calor corporal y ser contraproducentes.
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