En el marco de su política de desregulación, el Gobierno avanzó sobre el servicio de correo postal. Los objetivos señalados son los de generar el ingreso de nuevas empresas, impulsar la competencia en el sector, lograr la digitalización y mejor seguridad en materia postal.
La decisión, dispuesta mediante el Decreto 1005/224 publicado en el Boletín Oficial, había sido anunciada anoche por el vocero presidencial, Manuel Adorni, quien en un posteo de la red social X afirmó: “El Gobierno ha tomado la decisión de desregular el servicio de correos. Con esta medida lograremos más competencia, mayor digitalización y mejor seguridad en materia postal. Dios bendiga a la República Argentina”.
La norma comprende todas las actividades relacionadas con la admisión, clasificación, transporte, distribución y entrega de correspondencia y paquetes de hasta 50 kg, tanto a nivel nacional como internacional. Incluye también a las empresas de mensajería y courriers.
De acuerdo al decreto, los operadores que desarrollen actividades en el mercado postal local e internacional "podrán fijar con total libertad la dotación de personal, la modalidad, los tipos de servicios prestados, los equipos, medios de transporte y locales que requieran para su actividad, quedando los mismos únicamente regulados por las normas de carácter general que en cada caso corresponda aplicar".
Esta mañana, en X, el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, remarcó: “El correo ya no tiene valor estratégico, por lo que desde ahora permitiremos que cualquiera pueda participar del negocio”.
“El Gobierno ha tomado la decisión de desregular el servicio de correos. Con esta medida lograremos más competencia, mayor digitalización y mejor seguridad en materia postal. Dios bendiga a la República Argentina”
Los alcances de la medida
Entre los servicios postales que podrán prestar o los productos que podrán ofrecer se incluyen las cartas documentos, telegramas, comunicaciones fehacientes y giros postales.
"Los precios y servicios del mercado postal local e internacional se pactarán libremente entre las partes, sin intervención de la autoridad pública", se indica en la medida.
A la vez, en el decreto se afirma que el Poder Ejecutivo Nacional "deberá garantizar que al menos un operador postal ofrezca en todo el territorio de la República Argentina la prestación del Servicio Postal Universal en forma obligatoria y sin exclusividad".
En el texto, se determinan quiénes son los usuarios, los remitentes y los destinatarios; al tiempo en que define términos como imposición, admisión, clasificación, transporte, distribución y entrega de envíos postales.
También se aclara que "el Correo Oficial de la República Argentina S.A. tendrá a su cargo el servicio electoral de las elecciones nacionales".
Un repaso histórico y la desregulación de los ‘90
En su hilo en la red social, Sturzenegger rememoró: "En el siglo XVIII el correo era una herramienta para integrar una nación. Así, la Constitución de los EEUU establecía como una de las obligaciones del gobierno federal la gestión de los correos. Nuestra constitución se lo delegó al Congreso en su Art. 75.
El gobierno de Onganía (que armó el sistema de las castas) emitió la ley 20.216 que establecía el monopolio absoluto del correo oficial. Entre otras barbaridades le permitía no entregar la correspondencia que consideraba que podía contener información impropia, o abrir la correspondencia en caso de sospechar de sus contenidos. Como una suerte de “1984”, a la ley 20.216 no le interesaban los usuarios sino el control del Estado de la información que manejaban sus ciudadanos.
Por suerte llegó la onda desreguladora de los ´90 y @domingocavallo con el decreto 1187/93 suprimió el monopolio y amplió los jugadores del sector. Sin embargo, persistían restricciones al ingreso a la actividad a través de complicados sistemas de registración y habilitación. Como siempre estos sistemas son eminentemente anti pymes y anti innovación. El Decreto 1005/24 elimina estas trabas".
Sobre el decreto publicado hoy, el funcionario explicó: “A partir del 1005/24 no existe más un proceso de habilitación; cualquier persona jurídica que desee manejar correo podrá hacerlo y solo deberá informar que está involucrado en dicha actividad. En mensajería urbana también lo podrán hacer las personas humanas”.
Y enfatizó que con la nueva normativa “no se necesitará entregar documentación ni comprobar la tenencia de vehículos u otras instalaciones; se caen todos los trámites de habilitación: el negocio pasa a ser libre”. Asimismo, remarcó, "se permite la plena digitalización de telegramas y documentos certificados, extendiendo los beneficios de la firma digital remota al negocio postal".
Finalmente, Sturzenegger destacó que "la no exigencia de comprobar vehículos en mensajería urbana implica que cualquier actor podrá operar como punto de entrega y repartidor de envíos postales, facilitando el desarrollo del comercio electrónico y generando una fuente de ingresos adicionales para comercios, canillitas, remiseros y operadores de plataformas", y cerró con el ya habitual "VLLC!".
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