Además de la actualización de fallecidos realizada en las últimas horas, hay al menos 16 personas desaparecidas, por lo que se teme que la cifra de víctimas fatales se siga elevando.
El Servicio Meteorológico emitió advertencias de bandera roja por condiciones de incendio severas hasta el miércoles, sobre todo en el área de Palisades, con vientos sostenidos de 80 kilómetros por hora y ráfagas en las montañas que alcanzarían 113 kilómetros por hora.
El día más peligroso será mañana martes, advirtió anoche el analista de comportamiento del fuego Dennis Burns en una reunión comunitaria, según recogió la prensa local.
Los nuevos incendios serían causados por brasas que soplan y podrían ocurrir a 3,2 kilómetros de distancia, explicó Burns.
Los incendios, cuyas causas aún no fueron determinadas, comenzaron el martes pasado en el norte del centro de Los Ángeles y quemaron más de 12.000 estructuras, lo que podría convertirlos en los más costosos de la historia del país: hasta 150 mil millones de dólares según un cálculo de AccuWeather.
Los fuertes vientos de Santa Ana fueron en gran medida los responsables de convertir los incendios forestales en infiernos que arrasaron barrios enteros de la ciudad, donde no hubo lluvias significativas en más de ocho meses.
En total, cuatro incendios habían consumido más de 160 kilómetros cuadrados, un área más grande que San Francisco.
Los incendios de Palisades y de Eaton son los más significativos, ya que abarcaron casi 153 kilómetros cuadrados y son muy difíciles de controlar: el primero estaba contenido en un 11% y el segundo en un 27%.
Además, del total de muertos, ocho se atribuyeron al incendio de Palisades y 16 al de Eaton, según la oficina del forense del condado de Los Ángeles.
Lo mismo sucede con las personas desaparecidas: cuatro corresponden a Palisades y 12 a Eaton.
En tanto, cerca de 150.000 personas del condado de Los Ángeles permanecieron bajo órdenes de evacuación, y más de 700 residentes se instalaron en nueve refugios, ya que las autoridades advirtieron que la ceniza puede contener plomo, arsénico, asbesto y otros materiales nocivos.
Cuadrillas de California y otros nueve estados forman parte de la respuesta en curso que incluye casi 1.400 camiones de bomberos, 84 aeronaves y más de 14.000 efectivos, incluidos bomberos que llegaron ayer de México.
Junto con los equipos de bomberos, unos 950 de reclusos del sistema penitenciario de California también combaten los incendios.
En medio del caos, los saqueos siguieron siendo una preocupación y las autoridades informaron de más arrestos a medida que crecía la devastación.
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