Ante el reciente brote de sarampión en Argentina, que ha registrado 11 casos confirmados en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y la provincia de Buenos Aires, las autoridades sanitarias implementan una estrategia focalizada de inmunización en las áreas con transmisión comunitaria.
Elizabeth Bogdanowicz, médica infectóloga, miembro de la comisión directiva de la Sociedad Argentina de Pediatría y médica de la división de infectología del Hospital de Clínicas de la UBA, dialogó con Ramos generales y subrayó la importancia de reforzar la vacunación en los grupos más vulnerables para contener la propagación del virus.
"El sarampión es una enfermedad seria y prevenible con vacunas que son gratuitas y obligatorias", subrayó.
La estrategia de vacunación se centra en la aplicación de una dosis adicional de la vacuna doble viral en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) para los siguientes grupos:
- Niños de 6 a 11 meses: Este grupo, que habitualmente no recibe la vacuna en esta etapa, será inmunizado de manera preventiva debido al riesgo elevado en las zonas afectadas.
- Niños de 13 meses a 4 años: Aquellos que ya han recibido una dosis de la vacuna triple viral según el calendario nacional recibirán una dosis adicional para reforzar su protección.
Además, se enfatiza la necesidad de que adolescentes y adultos que residan en áreas críticas verifiquen su estado de vacunación y, de ser necesario, reciban una dosis de refuerzo de la vacuna doble o triple viral, dependiendo de sus antecedentes de inmunización y la disponibilidad de las vacunas.
"Se recomienda una dosis adicional en personas que tuvieron contacto con casos identificados, esta estrategia es para evitar la circulación comunitaria", expresó.
Las autoridades sanitarias instan a la población a revisar sus carnets de vacunación y acudir a los centros de salud para completar o reforzar las dosis necesarias, con el objetivo de contener el brote y proteger a la comunidad.
El Calendario Nacional de Vacunación de la Argentina especifica lo siguiente para protegerse contra el sarampión:
- Las niñas y los niños de 12 meses a 4 años inclusive: deben acreditar una dosis de vacuna Triple Viral (sarampión-rubéola-paperas).
- Los mayores de 5 años, adolescentes y personas adultas: deben acreditar al menos dos dosis de vacuna con componente contra el sarampión y la rubéola aplicada después del año de vida o contar con serología IgG positiva para ambos virus.
- Las personas nacidas antes de 1965 no necesitan vacunarse porque se consideran protegidas por haber estado en contacto con el virus.
- Personal de salud: Todas las personas que trabajan en el nivel asistencial deben acreditar dos dosis de vacuna contra el sarampión y la rubéola aplicada después del año de vida (Doble o Triple Viral) o contar con serología IgG positiva para ambos virus.
Se debe tener en cuenta que la aplicación de las vacunas contra el sarampión está contraindicada en:
- Embarazadas
- Niños menores de 6 meses
- Personas con antecedente de reacción alérgica grave (anafilaxia) a componentes de la vacuna
- Personas inmunocomprometidas
- Personas con infección por VIH con recuento de CD4 menor al 15% o menor a 200/mm³
- Personas con inmunosupresión por drogas
- Personas trasplantadas de órganos sólidos o precursores hematopoyéticos
El sarampión es una enfermedad altamente contagiosa causada por un virus que se transmite por vía aérea a través de gotas respiratorias. Los síntomas pueden aparecer entre 7 y 14 días después del contacto con el virus e incluyen: fiebre alta, tos seca, secreción nasal, conjuntivitis (ojos rojos e irritados), manchas blancas dentro de la boca (manchas de Koplik) y erupción cutánea que comienza en el rostro y se extiende por el cuerpo.
Las complicaciones pueden ser graves, especialmente en niños pequeños, adultos mayores y personas inmunocomprometidas. Entre los riesgos más importantes se encuentran la neumonía, la encefalitis (inflamación del cerebro), infecciones en el oído y, en casos extremos, la muerte.

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