En el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC) estiman que los Sistemas de Alerta Temprana (SAT) constituyen una herramienta decisiva para evitar que estudiantes interrumpan su secundaria, especialmente tras el impacto negativo que dejó la pandemia. El abandono escolar no es solo un problema educativo, sino también de justicia social, y los SAT apuntan a detectar a tiempo quienes se encuentran en riesgo para acompañarlos con apoyos concretos.
Esteban Torre, director de Educación de CIPPEC, dialogó con el equipo de Creer o reventar y destacó que estos sistemas permiten anticiparse al problema: no esperar a que el estudiante deje la escuela, sino identificar señales de alerta como inasistencias reiteradas, bajo rendimiento o desvinculación progresiva, para intervenir de forma personalizada.
"La implementación de estos sistemas dan buenos resultados", afirmó.
El objetivo es sostener la trayectoria educativa mediante intervenciones oportunas que incluyan tanto lo pedagógico como lo socioemocional.
Según los datos relevados por CIPPEC, solo cuatro jurisdicciones —Entre Ríos, Mendoza, Corrientes y Córdoba— cuentan hasta ahora con un SAT operativo. En Mendoza, por ejemplo, se retuvieron aproximadamente 4.500 estudiantes secundarios considerados de alto riesgo en el año lectivo 2023, y se detectó una baja de la tasa de abandono del 7,1 % al 6,4 % entre los años 2022-2023 y 2023-2024.
En Entre Ríos, Mendoza y otras provincias piloto, el SAT ya funciona en numerosas escuelas secundarias, lo que permite tanto la identificación como el seguimiento de estudiantes en riesgo.

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