Tienen entre 24 y 25 años. Son la "Generación 92". Por ranking y rendimiento la lidera Diego Schwartzman, pero tiene varios representantes. Algunos, como Diego, se metieron medianamente rápido, y otros, como Renzo Olivo van más lento pero pisando sobre seguro. Andrea Ricardo Collarini y Facundo Arguello están tratando de reinventarse y recuperar terreno en el listado internacional.
"Estos chicos están trabajando mucho para insertarse en el circuito y cada día entienden mejor este deporte. Juegan entre 20 y 22 torneos por año", cuenta el entrenador Mariano Monachessi, quien agrega que "me parece que hay que esperarlos. Tenerles paciencia".
En el 2010, dos de estos pibes, fueron protagonistas de la final junior de Roland Garros. Agustín Velotti, el correntino, venció a Collarini por 6-4 y 7-5. Hoy, ambos, hicieron hincapié en el circuito junior y no en el profesional con los Futures, están más atrás en el ranking.
Martín Vassallo Arguello señaló que "esta es una camada que está haciendo las cosas bien hace rato. Viajando con sus entrenadores con experiencia. Estoy convencido que tarde o temprano todos se van a meter entre los 100 mejores del mundo. Es difícil pronosticar si luego serán 20, 30 ó 10 del mundo".
En la actualidad, Schwartman pelea el Top-30. Olivo entra y sale del Top-100, está ahí. Federico Coria combina interclubes europeos y challengers con su mejor ranking. A pelear un lugar entre los 200. Sube Collarini en el 230. Está "patinando" Velotti en el lugar 250. Arguello viene levantando a fuerza de ganar Futures, regresando al lote de los 300.
"Nos sirvió mucho crecer juntos a la hora de competir. Todos en un bloque. Somos todo lo regulares que deberíamos. Tampoco somos unos fenómenos o unos cracks para meternos entre los cien a los 18 años. No hay que desesperarse", dice Schwartzman quien acepta que en el último año logró la regularidad necesaria.
Por último, Collarini, que en algún momento jugó para Estados Unidos por su doble nacionalidad, apuntó que "nuestra generación fue cambiando constantemente. A los 12 los mejores eran Olivo y Velotti. A los 14 estaba arriba yo. Cuando entramos al profesionalismo los mejores fueron, de entrada, Arguello y Schwartzman. Ahora, claramente, Diego".
TENIS POR DANIEL CORUJO