Entrada ya en sus etapas decisivas, la decimosexta versión de la Copa Sudamericana ofreció esta semana una genuina cajita feliz para los equipos de Avellaneda: Racing por haber rescatado anoche un punto dorado en el Arena Corinthians e Independiente por haber remontado la serie contra Atlético Tucumán.
Conste, eso sí, que no están en la misma instancia, puesto que de los dos es Independiente el que ya forma parte de los ocho mejores de la competencia y Racing adeuda el desquite con los paulistas.
Claro que una cosa era perder, y perder por más de un gol, como se presagió en un primer tiempo que merodeó el terror, y otra cosa será el miércoles próximo en El Cilindro y con el gol en condición de visitante en el bolsillo.
En la primera parte Racing se quedó a mitad de camino entre la búsqueda de su destino y la espera de los errores del adversario.
¿Resultado? Lo dominaron con amplitud y se fue al vestuario con un 0-1 con sabor a peor es nada.
Después pasó lo que bien puede pasar en cualquier partido de fútbol, sea en un soltero contra casados, sea en la Copa Sudamericana: cambia la sensación térmica, los trenes empiezan a pasar en otra dirección, uno merma y el otro crece.
Y en esto estaban cuando un Racing más determinado y más profundo aprovechó un error de principiante cometido por el arquero Cássio Ramos y ahí estaba el santafecino Luis Enrique Triverio para estampar un empate de los que, a primera mirada, valen doble.
En siete días será cuestión de ver qué pasa cuando se inviertan las cargas de la localía, de la responsabilidad, de la llamada “presión”, etcétera, con Racing en una situación más confortable y Corinthians obligado a por lo menos convertir un gol que lo acerque a una definición por penales.
La otra mitad de Avellaneda celebró el martes, cuando al cabo de 90 minutos que parecieron guionados por un buen autor de historias de suspenso Independiente eliminó al respetable Atlético Tucumán que orienta el Ruso Zielinski.
Es una historia que ha quedado un poco lejos, claro que sí, pero que no ha dejado de impregnar e influir en las emociones de uno y otro bando.
Atlético malogró una ocasión histórica: jugaba 11 contra 10, su arquero había atajado un penal y el Pulga Rodríguez dispuso del suyo.
Independiente celebró en la misma ley en la que pudo haber perdido, pero sería injusto desdeñar la impronta corajuda que ha inspirado Ariel Holan, cuyos números, los de su ciclo, son dignos de ponderación: un porcentaje de 65,33 de puntos ganados.
En cuartos de final Independiente se las verá con Nacional de Paraguay o Estudiantes, en ese estricto orden posible, toda vez que en el juego de ida se impusieron los guaraníes por 1-0.
La revancha está pautada para el martes a las 19.15 en el estadio Ciudad de La Plata.
Esta semana la Copa Sudamericana entregó asimismo los empates de 0-0 entre Cerro Porteño y Atlético Junior, en Asunción, y de Chapecoense y Flamengo en el Arena Condá de Chapecó.
En otro mano a mano brasileño Sport Recife dio un gran paso al vencer por 3-1 a Ponte Preta.