El entrenador de Racing Club, Diego Cocca, admitió este mediodía que su equipo se jugará el "semestre" mañana, cuando enfrente a Libertad de Paraguay en el Cilindro de Avellaneda en la revancha de los cuartos de final de la Copa Sudmericana de fútbol.
"Mañana, frente a Libertad, nos jugamos el semestre", declaró el técnico tras la práctica matutina desarrollada en un country privado de la localidad de Pilar, en referencia al encuentro en el que su equipo tiene la obligación de ganar tras la derrota por 1 a 0 sufrida en la ida desarrollada en Asunción.
Además, el técnico campeón con Racing del torneo Transición 2014 dejó en claro que tanto él como su cuerpo técnico no van a dar "un paso al costado" en caso que su equipo no logre mañana el acceso a las semifinales de la Sudamericana.
"No se me pasa por la cabeza dar un paso al costado si no ganamos. Soy positivo, hemos pasado muchas difíciles y la gente me sabrá entender. Ahora es cuando aparecen los hombres, el equipo, el club. Estamos a un partido de darlo vuelta", indicó.
Cocca, de 45 años, aprovechó la rueda de prensa para desmentir los rumores que indican un supuesto malestar entre él y el delantero y capitán del equipo, Lisandro López.
"Ya dijeron que estaba peleado con (Diego) Milito, (Gustavo) Bou, (Marcos) Acuña, (Francisco) Cerro. Es algo normal cuando no se gana. Con Lisandro tengo una buena relación, es nuestro referente y capitán. Contra Tucumán no jugó porque lo quiero impecable para mañana", comentó.
"No es real el cortocircuito entre los jugadores y mi cuerpo técnico", concluyó Diego Cocca.
En tanto respecto del entrenamiento matutino, desarrollado en las instalaciones del Country Club Mapuche de Pilar, los futbolistas académicos comenzaron las actividades con tareas de movilidad y coordinación, además de centros al área y definición.
Luego, como actividad principal, el DT Cocca dispuso un fútbol táctico en el que paró el probable equipo que recibirá mañana al conjunto guaraní.
Racing recibirá a Libertad de Paraguay mañana desde las 19.15 en el estadio Presidente Perón, con arbitraje del brasileño Anderson Daronco, en un cotejo por la revancha de los cuartos de final de la Copa Sudamericana.