El 2017 será un año que River tratará de olvidar rápido, pero no podrá. Es tan alta la vara Millonaria desde 2014, que verlo a horas de disputar una final de la Copa Argentina, que para otros sería mucho, parece poco para River.
Claro, todo tiene su contexto.
El elenco de Gallardo se preparó todo el año calendario para ganar la Copa Libertadores y el golpe de no lograrlo fue tan fuerte que jamás logró reponerse.
Esa es una parte de la historia. La otra marca que Gallardo siempre desechó el torneo local. Hoy está afuera de la Libertadores 2019.
Quien podrá reprocharle algo? Hoy no parece ser el momento, porque de cinco torneos en el año, perdió una final, alcanzó otra, fue segundo en el campeonato anterior y disputo semis de Libertadores.
Entonces? … Esto me quita la razón? No.
Porque si la vara está tan alta, hay que estar a la altura para sostenerla. River perdió jerarquía en cada uno de los mercados de pases. Las incorporaciones son el talón de Aquiles de Gallardo y en en otro porcentaje de esta dirigencia.
Sin reestructuración no habrá jerarquía. No habrá ciclo que aguante.