Sería muy difícil explicar el carácter y el ser de los cuyanos sin comprender la influencia que el viento Zonda tiene en sus espíritus
El zonda imita en su silbido, las íntimas cuecas de la peonada y el cancionero de las alamedas
El zonda aprende de lo que lloran las guitarras los domingos y de los que sueñan los lunes los trabajadores del viñedo
Las ermitas a la Difunta Correa, las antiguas huellas del rastreador Calivar, el viento agitando el corazón libre de San Martín. Nada ni nadie es indiferente al paso del viento zonda, todo y todos se transforman en sus pobladores
Pancho Cabral, le pregunta a Huayrapuca:
“Madre nuestra de los vientos, Huayrapuca, ¿me llegas desde adentro del zonda, o eres el viento zonda?
Draghi Lucero sostiene que los negros inmigrantes de Mendoza, consideraban al zonda como un viento sagrado, asemejándolo al Simún que soplaba en sus tierras subsaharianas. Entonces, cuando el zonda llegaba, ellos elevaban sus plegarias en canto
Mientras algunos consideran al Zonda un Dios, una cueca lo pinta como una invención diabólica
El Zonda, fue el formador de la pasión de Sarmiento, tanto es así, que fundó un periódico con el nombre de este insurgente viento:
“Un periódico es el hombre. El ciudadano, la civilización, el cielo, la tierra, lo pasado, lo presente, los crímenes, las grandes acciones, la buena o la mala administración, las necesidades del individuo, la misión del gobierno, la historia contemporánea, la historia de todos los tiempos, el siglo presente, la humanidad en general, la medida de la civilización de un pueblo."
El viento Zonda fue el Cervantes de Felipe Varela, que lo empujó por los cerros deshaciendo entuertos de la historia, hasta que el pueblo lo bautizara: El Quijote de los andes
“a diferencia de su tatarabuelo manchego, el Quijote de los Andes no tendría la sola ayuda de su escudero Sancho en la empresa de abatir endriagos y redimir causas nobles. Todo un pueblo lo seguiría”
Viento zonda, mentor de las pasiones de Domingo Faustino Sarmiento y de Felipe Varela
Zonda, cantata salvaje de la Pachamama, fantasma de las tardes del minero que interroga al alma de las piedras, hasta obtener al oro de la muerte y al carbón de los días.
Zonda, balbuceo de cordillera, latido del otro corazón de las montañas.
“Caudillo del clima/ la luz lo ve bailar/ loco en la pollera/ de la inmensidad”
Viento de los locos, rebeldía de las jarrillas que son las banderas del paisito de las mulas y de los jarrilleros
Zonda, flecha del huarpe que regresa en forma de viento legendario.
Locución: S. M. Tovarich
Idea y Guión: Pedro Patzer
Edición Artística: Fernando Salvatori
Producción: Fabiana Álvarez – Alejandro Carosella
Actor Invitado: Oscar Naya
Dirección Artística: Marcelo Simón
Etiquetas: Salamancas y caminos