Franco Armani esta en boca de todos. Sampaoli lo incluirá en la preselección de 35 mundialistas. Pekerman no pierde la esperanza de tenerlo en Colombia. En River preocupa la sobreexposición.

Fue y es tapa de todos los diarios deportivos. Forma parte de todo tipo de encuestas en programas deportivos. Franco Armani es el hombre del momento.

El arquero de River fue la gran figura en la victoria de su equipo frente a Racing ante la mirada de Sampaoli y Néstor Lorenzo, ayudante de campo de José Pekerman en Colombia. Hoy no hay programa de deportes o magazine que no hable de sus atajadas. Pero cuidado. En River hay preocupación. El cuerpo técnico no quiere que este presente maree o saque de foco al #1 de cara a la seguidillas de encuentros decisivos que afrontará el Millonario.

Armani es un hombre muy centrado y humilde que no parece capaz de sucumbir ante este tipo de presión. Pero claro, no es la misma situación cuando vino, casi desde las sombras, a este presente que lo tiene como candidato a presidente de la Nación.

A poco menos de dos meses para la Copa del Mundo, son dos las selecciones que lo tienen en la mira. Argentina y Colombia. Armani realizó hace 7 meses los trámites de ciudadanía colombiana, la cual ya está lista y solo debe viajar a Colombia para firmar los papeles finales. Su objetivo siempre fue claro. Vestir la camiseta albiceleste y compartir equipo con Lionel Messi. La religión, su familia y el cuerpo de psicólogos de River parecen ser suficientes para no perder la brújula en un momento de fácil confusión. Serán claves sus próximas presentaciones. Ya lo son aún sin jugar.

Armani entró en un terreno que él mismo se ganó. Vino a buscar el éxito a uno de los arcos mas grandes del país y va por el camino correcto. Esperemos que no se le descomponga el GPS a la mitad del trayecto.