El dolor que lo obligó a salir el sábado a los 22 minutos de juego en lo que terminó siendo derrota ante Boca derivó en una grave lesión. Víctor Salazar sufrió la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda, con distensión del ligamento colateral interno y lesión del menisco internno.

La lesión se produjo en una jugada totalmente aislada donde el defensor de San Lorenzo disputó de manera normal -incluso sin gran roce físico- una pelota con Bebelo Reynoso pero terminó realizando un mal movimiento que le jugó una mala pasada. De esta manera, el tucumano tendrá por delante una larga recuperación hasta volver a jugar y Pizzi tendrá que buscar variantes en un puesto donde no tenía dudas.