En Nacional Folklórica, Adelina Villanueva compartió con Silvia Maruccio y equipo una charla íntima marcada por la emoción de su cumpleaños, que coincide con la procesión del Señor y la Virgen del Milagro en Salta. Recordó cómo, de niña, su familia postergaba la celebración hasta después de la procesión, dándole a la fecha un valor espiritual muy especial.
Villanueva contó su experiencia en Cosquín 1971, donde fue revelación, y lo definió como “la cuna que me acunó y me aplaudió”. Desde entonces transitó escenarios de todo el país, pero mantiene a Cosquín como punto de partida de su carrera.
Hoy se dedica a dirigir un foro de adultos mayores en el municipio de Luján y a coordinar un proyecto de cantoterapia, que desarrolla hace más de 11 años: un espacio donde la música funciona como herramienta sanadora frente a la soledad, el desánimo y el aislamiento.
La cantora reflexionó también sobre el folclore actual: celebró la fuerza de los grupos jóvenes varones, pero cuestionó la falta de espacios para las mujeres en los grandes escenarios. Y destacó el reciente Encuentro de Canto con Caja en San Carlos, que reunió a artistas de siete provincias y renovó su confianza en que “tenemos folclore para rato”.

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