Marcos Rodríguez Allende, uno de los abogados querellantes en la causa contra el cura Justo José Ilarraz, en la causa que se le sigue por supuestos abusos en el Seminario de Paraná, dijo que los informes de psicólogos y psiquiátricos del Superior Tribunal de Justicia demuestran que no hay signos de “mendacidad ni fabulación” en las declaraciones que hicieron las víctimas y sostuvo que “tenían síntomas de haber sido abusados”. El letrado reiteró que la prueba contra el sacerdote es contundente para condenarlo.
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