Desde la AFA el deseo es el regreso de José Pekerman, quien ganó todo con los juveniles y fue el DT en Alemania 2006. Puede ser el entrenador o el Coordinador General.
Lo que hoy es una especie de “misión imposible” para los dirigentes de la Asociación del Fútbol Argentino, hace 24 años recorría un camino inverso.
Es que en 1994, José Néstor Pekerman era un desconocido que envió uno de muchos proyectos que se recibían para trabajar en los Seleccionados Juveniles, tras las turbulencias de la eliminación argentina del Mundial de EE.UU. y el famoso “me cortaron las piernas”.
La AFA quería un cambio total de rumbo, luego de lo que había sido una época marcada por los gorritos publicitarios, las notas vendidas a la prensa y una eliminación traumática del Mundial por el doping de Maradona.
Carlos Griguol era número puesto, por sus enormes condiciones como formador y por la elección mediática, pero el manejo unipersonal de Grondona se decidió por un desconocido vecino de Hurlingham, taxista, con pasado en el fútbol chileno. Los resultados le dieron la razón a Don Julio: Copas del Mundo en juveniles, medallas doradas en Juegos Panamericanos y una base de jugadores que en Rusia 2018 dio su última función mundialista.
"El plan ya lo tenía elaborado y entonces lo presenté. Yo nunca me postulé para dirigir sino para colaborar en cualquier lugar del proyecto. El objetivo principal era el de proveer de jugadores a la Selección Mayor.”
Todo lo que siguó es conocido: La renuncia de 2002. El regreso. El Mundial 2006 y la eliminación con un juvenil Messi en el banco, y el adiós cuando la dirigencia se negaba a renovar contratos de sus ayudantes, a manera de desgaste que derivó en la salida del DT.
Hoy, casi un cuarto de siglo después, el contexto muestra un caos similar o peor al que había cuando decidieron elegir su proyecto… la gran diferencia es que ahora, el que debe elegir es él.
José tiene la pelota.
Etiquetas: José Pekerman, Pekerman, Selección Argentina