Analía Kalinec, integrante del Colectivo Historias Desobedientes, uno de los grupos que reúne a familiares, hijas e hijos de genocidas que repudian los crímenes de lesa humanidad cometidos por sus padres, contó cómo surgió la agrupación y lo que tuvo que atravesar para asimilar a un padre represor.
“Personalmente fue con el advenimiento de los juicios, cuando mi padre queda preso en 2005. Ahí es cuando yo me empiezo a informar de todo este movimiento y puedo asumir que mi papá estaba implicado en esos crímenes y que era un genocida”, explicó en diálogo con Rebeldes sin cauce por Nacional Santa Rosa.
“En ese marco yo hago un recorrido personal doloroso y conflictivo teniendo que asumir esa condición de genocida de mi padre que, por cierto, es muy querido y muy presente, y donde termino entendiendo que de ninguna manera se pueden convalidar los crímenes cometidos durante la dictadura y que si mi padre es responsable tiene que estar en la cárcel cumpliendo condena”, recordó.
“A partir de ahí yo sigo mi historia solitariamente porque mi familia no está de acuerdo con que piense de esta manera y me trae un costo emocional alto. Y después en el imaginario social aparece un prejuicio a priori, como si los familiares de genocidas aparecemos vinculados al pensamiento genocida. Por eso había una situación de mucha vergüenza e incomodidad”, reconoció luego.
Para Analía, Historias desobedientes “es un avance” como sociedad. “A mí en lo personal lo que me genera es querer seguir luchando y dando testimonio. La existencia del colectivo anima a otros para que otros familiares de genocidas empiecen a hacerse preguntas. Por eso creo que Historias desobedientes cumple una función social muy importante que recién esta arrancando”, planteó.
Finalmente le aconsejó a aquellos familiares de represores que estén en una situación similar “que escuchen” todas las historias más allá de la familiar. “Entiendo que la negación es un mecanismo de defensa en este recorrido. Negar el accionar de nuestros padres genocidas en algo que acontece en algún momento. Pero al escuchar la historia de los sobrevivientes o de los familiares o hijos de desaparecidos uno no puede no conmoverse y no involucrarse. Les diría que escuchen, más allá del discurso intrafamiliar. Que hay otro discurso y ahí cada uno será libre de tomar la decisión”, reflexionó.
Y resaltó: "es importante conocer la propia historia familiar, porque crímenes de esta naturaleza empiezan a ser síntomas en la propia familia y está bueno poder ponerle palabras, saber lo que pasó".
Eduardo Emilio Kalinec es un excomisario de la Policía Federal y fue condenado a prisión perpetua en 2010 por los secuestros, torturas y homicidios cometidos en los centros clandestinos Atlético, Banco y Olimpo. En 2019, Analía fue clave para que le revocaran el beneficio de las salidas transitorias.
Etiquetas: 24 de marzo