A partir del golpe de Estado del 24 de marzo 1976 se produjeron profundos cambios en la estructura económica argentina. El contador y docente universitario, Juan Pablo Enríquez, señaló quiénes fueron los beneficiarios de estas políticas y los principales perjudicados. “El sistema educativo nos enseña que fue un golpe cívico militar, pero hay una debilidad de nuestro sistema educativo en no plantear que hubo cambio de rumbo económico”, reflexionó.
El especialista en economía dijo que el gobierno de facto “instrumentó un nuevo modelo económico, que fue el de valorización financiera”. Y precisó que antes del golpe de Estado, “Argentina tenía 3 por ciento de desocupación, la mejor distribución de la riqueza de toda su historia, y un nivel de endeudamiento de 8 mil millones de dólares. Qué pasó luego de la dictadura, para instrumentar un modelo neoliberal, hacía finales de 1982 la Argentina tenía una deuda de 45 mil millones de dólares, de los cuales 23 mil millones habían sido una estatización de deuda de los sectores privados”, mencionó.
