Ángel Cappa comenzó su carrera como entrenador junto a César Luis Menotti. Con él trabajó durante el Mundial de 1982 y, posteriormente, en Barcelona. Tras alejarse del campeón del Mundo en 1978, Cappa comenzó a trabajar en solitario: pasó por Banfield, Racing y hasta tuvo un paso por España, donde trabajó junto a Jorge Valdano en el Real Madrid.
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Probablemente su equipo más recordado sea el Huracán del 2009, que se caracterizó por su juego ofensivo y de posesión, y que se quedó a las puertas del Apertura de ese año, que perdió en la última fecha frente a Vélez Sarsfield.
"Nos ayudó a ser felices. La gente iba a la cancha con una ilusión tremenda y vive todo con una gran felicidad. Me siento muy orgulloso y muy contento de haber participado de algo que ayudó a la gente a ser feliz un ratito", recuerda.
Tiempo después también pasó por River, pero la actualidad del Millonario no eran la mejor y sólo dirigió 19 partidos. Sin embargo, recuerda su paso por el club de Núñez con gran "orgullo".
Hoy, radicado en España y alejado de la dirección técnica, el ex entrenador continúa cerca del fútbol y asegura que los mejores futbolistas se dividen entre cracks y genios: los primeros son los que transmiten lo que es el fútbol, y los genios son los que inventan.
Entre los mejores, para Cappa están Alfredo Di Stéfano, José Manuel Moreno, Mario Kempes y Pelé. Y por supuesto no pueden faltar Lionel Messi y Diego Maradona.
"Una vez fui al Camp Nou a ver Arsenal-Barcelona, por la Copa de Europa -ese día Messi hizo cuatro goles-, y yo me emocioné hasta las lágrimas. Fue un cosa maravillosa y sigue siendo un gran jugador", cuenta Cappa, quien, sin embargo, reconoce que Leo ya no es el mismo que hace 10 años. Recordemos que el rosarino acaba de cumplir 33 años.
Sin embargo, el también escritor evita caer en las comparaciones y sostiene que "nadie puede decir quien es el mejor". "Todos son grandes en su momento, y los grandes son únicos, irrepetibles e inigualables", subraya.
Por otro lado, habla sobre los equipos que hicieron historia, como la Naranja Mecánica de Cruyff, y opina sobre Francia, el último campeón del Mundo: "No es el fútbol que a mí me interesa". En esta línea, marca la diferencia entre Josep Guardiola y José Mourinho, los dos entrenadores más importantes de los últimos años, y asegura que si un equipo del portugués se pone a jugar en el comedor de su casa, se va a lo de su suegra.
