El periodista Ari Lijalad, brindó su opinión acerca del denominado "voto electrónico" en base a la experiencia y las múltiples sospechas que despertó su utilización en la última elección de Jefe de Gobierno porteño, realizada en 2015.

"La experiencia acá en Buenos Aires es un ejemplo claro de que no pueden garantizar que la elección haya sido real" dice Lijalad. El periodista contó que la propia empresa contratada para implementar el servicio en esas elecciones, denunció un hackeo a su sistema cinco días antes del comicio. El hecho fue corroborado por la Justicia confirmando que el sistema fue vulnerado por lo menos en cinco oportunidades y en dos de ellas la dirección electrónica correspondía a Estados Unidos. Incluso, dos días antes se ordenó un allanamiento nocturno a dos personas, una de las cuales era Joaquín Sorianello, que había realizado "Etical hacking" (hackeo ético) y le avisó a un empleado de la empresa sobre la falla de seguridad detectada. El mecanismo utilizado para hacer fraude con este tipo de sistemas, según Lijalad, sería agregando votos a favor de un candidato a través de las máquinas, obteniendo una diferencia sustancial al final de la elección. "Si vos me preguntas ¿vos podés probar efectivamente que hubo fraude?, no ahora es al revés, o sea ¿el Gobierno puede probar que la elección fue real? y ahí también la respuesta es no, entonces es muy grave", señaló. "El fraude cuando se hace en papel queda registro, porque si alguien va y quema una urna o quema boletas hay una forma de verlo, el buen fraude electrónico es el que nunca se ve. Justamente es un engaño que nunca se logra dilucidar", puntualizó.