Lucas Micheloud, integrante de la Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas, contó que la empresa de origen belga que tiene la concesión de la Hidrovía Paraná-Paraguay, realiza tareas de sobredragado en el río Paraná de dos pies adicionales de profundidad (50 cm) para compensar el bajo nivel del río Paraná y garantizar el flujo de barcos. Por tal motivo, desde la asociación se solicitó al Ministerio de Transporte y Ministerio de Ambiente, un informe sobre lo que está ocurriendo en el río y si se cumplen los estudios técnicos “por considerar que tienen un impacto socio ambiental importante y trascendental”.

Desde mayo, la empresa belga que tiene la concesión de la Hidrovía Paraná-Paraguay realiza tareas de sobredragado de dos pies adicionales de profundidad (50 cm) para compensar el bajo nivel del río Paraná y garantizar el flujo de barcos. En este sentido Micheloud, aseguró a Ronda Federal que se trata de “crimen ambiental” y “se afecta la calidad del agua y provoca también la afectación directa de la fauna ictícola porque el agua pierde oxigenación".

El letrado, informó que desde el Ministerio de Ambiente se les respondió que no tienen información sobre las tareas que se realizan en el lugar. “Es una respuesta parcializada e incompleta, porque las tareas de sobredragado tienen que estar autorizadas por el Estado Nacional”, dijo.

“Las tareas de dragado de por sí ya generan impactos ambientales; si esto lo trasladamos a tareas de sobredragado, que implica la remoción de los bancos de arena, el rasuramiento del fondo de la cuenca, la resuspensión de partículas que se van haciendo con ese refulado, todo eso puede afectar seriamente la calidad del agua”, explicó.