La presidenta de la Fundación Vía Libre, Beatriz Busaniche, cuestionó la posibilidad de uso del denominado voto electrónico por su "alta vulnerabilidad y por el riesgo de fraude electoral".

Según Busaniche, "alcanza con tocar una línea de código para robarte dos o tres votos, algo imperceptible, de todas y cada una de las mesas del país y el fraude va a pasar desapercibido porque una diferencia de dos, tres o cinco votos no llama la atención".

La especialista, quien trabaja en el tema  desde hace diez años con la Fundación, mencionó los antecedentes de países donde se dejó de lado el sistema por esa problemática, como Alemania, Holanda y Brasil. A su vez, remarcó que el uso de este sistema en las pasadas elecciones de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires "está siendo utilizado por académicos en Estados Unidos como caso emblemático de lo que no se debe hacer en una elección".

Busaniche contó incluso una experiencia realizada con un teléfono celular común comprobando la manipulación de los chips de las boletas electrónicas tanto para aumentar la cantidad de votos, como para restarlos a alguna fuerza política.

Por otra parte, remarcó la ausencia de información por parte de los legisladores que debaten actualmente la implementación del sistema: "Yo estoy azorada porque pocas veces he visto legislar un tema tan importante con niveles tan bajos de información", evaluó. En todo caso, sostuvo que para combatir el robo de boletas electorales puede utilizarse el sistema de boleta única aplicado recientemente en Córdoba.

En cuanto a la dimensión económica del operativo para ese tipo de sistemas la especialista detalló que al menos se requerirían unas 95.000 máquinas para su implementación con un costo que triplica el de una elección tradicional. Por otra parte, aseguró que no existe un plan de contingencia por eventuales fallas: "No hay un plan b", afirmó. Finalmente también confirmó que la Fundación Vía Libre presentará un recurso de amparo judicial para frenar la entrada en vigencia de ese sistema.