El equipo de Boca, por sobre todas las cosas, está sólido. Inclusive más que en la parte final del certamen anterior.

Los jugadores entienden perfección a Guillermo y ese no es un dato menor.

El título doméstico a Boca le dio tranquilidad. Carlos Salvador Bilardo siempre decía que: los títulos dan tiempo y el tiempo te da títulos. Y ese título que anhela Boca es la Copa Libertadores de América.

El conjunto de Guillermo tiene su columna vertebral, curiosamente, sin un gran arquero tipo Oscar Córdoba. Con la potencia goleadora de Darío Benedetto, el momento de Pablo Pérez, la regularidad de Wilmar Barrios y Fernando Gago quien puede ser el mejor socio que pueda tener Messi en la Selección.

Hoy por hoy no se nota la ausencia de Tevez. Pero si Cardona no sube su nivel, Carlitos pude ser clave para pelear la Copa Libertadores del 2018.

Boca tiene muy claras las cosas de la mitad de la cancha hacia su arco. Cuatro en el fondo (vuelve a tener seguridad con Goltz y Magallán crece al lado de Paolo) y tres en el medio. Y lo mejor de esa zona de volantes es que repercute en la seguridad defensiva.

Por último, hay que destacar en este Boca puntero, el momento del pibe Pavón que es extraordinario y lo beneficia, directamente, al “Pipa” Benedetto.