El canciller sustituyó en la Cumbre del G20 en Bali, Indonesia al presidente Alberto Fernández, quien fue atendido por personal de salud por un episodio de hipotensión y mareos sufrido. Durante el discurso, Santiago Cafiero aseguró que se necesita "recuperar la paz y contribuir a la recuperación mundial" y que la "seguridad alimentaria significa terminar con el hambre en el mundo".
En un discurso de tres minutos emitido en la I Sesión Plenaria, sobre Seguridad Alimentaria y Energética, en Candi Ballroom, el Centro de Convenciones, Cafiero recordó que el 11 de noviembre pasado, mientras Alberto Fernández visitaba oficialmente París, su "querido amigo", el presidente de Francia Emanuel Macron, lo invitó a presenciar "la ceremonia conmemorativa del armisticio de 1918", y reseñó que "se estima que 10 millones de personas murieron en la Primera Guerra Mundial".
"Todavía, un siglo después, no tenemos modo de cuantificar los efectos devastadores que azotaron al resto del mundo por semejante suceso bélico", refirió el canciller, y agregó que "parece increíble que, cuando todavía no superamos la conmoción causada por una pandemia, Rusia desate una invasión militar sobre Ucrania poniendo en crisis la paz mundial".
"No tengo dudas que nada es más revolucionario en este tiempo que exigir la paz. Sonará ingenuo a los oídos de muchos, pero es muy riesgoso para el mundo que se tolere la 'lógica de la escalada militar' como un modo válido en la resolución de conflictos", agregó.
Cafiero remarcó que "los efectos de la guerra afectan al mundo todo" y señaló que "en el hemisferio norte los mercaderes de la muerte negocian armas letales, pero en el hemisferio sur los alimentos se encarecen o faltan y lo que termina matando no son las balas o los misiles si no la pobreza y el hambre".
"Es imperioso que unamos esfuerzos para que las partes involucradas regresen a la mesa de negociaciones. Debemos hacer valer la fuerza del multilateralismo aunque algunos quieran desconocerla. Nuestros pueblos necesitan desarrollarse con justicia social, en un mundo que en la diversidad encuentre la paz", indicó sobre la posición argentina.
Al respecto, sostuvo que "Argentina, parte del hemisferio sur, no es ajena a esa enorme tensión que vivimos. En lo que va del año, esta guerra le costó a mi país casi 5.000 millones de dólares. ¿Quién reparará semejante perjuicio?".
"Necesitamos recuperar la paz y contribuir a la recuperación mundial", añadió.
El ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto manifestó que "en los últimos años, la Argentina ha producido millones de toneladas de soja, de trigo, de maíz y de aceite de girasol", y "esa producción, en su mayoría, estuvo destinada al mercado externo".
"Seguiremos trabajando en el mismo sentido porque la Argentina quiere ser parte en la construcción de un mundo más solidario que garantice la seguridad alimentaria", aportó y enfatizó: "Seguridad alimentaria significa terminar con el hambre en el mundo".
"Si es eso lo que buscamos, empecemos por poner fin a la intolerable desigualdad que la concentración económica provoca", refirió.
"Debo admitir que, en contra de mis expectativas, tras la pandemia el mundo parece querer exhibir su peor rostro. Los costos que hemos pagado resultan cuantiosos y lo que la guerra nos impone ahora se vuelven intolerables", puntualizó.
Cafiero expresó que "América Latina y el Caribe enfrentaron en 2020 la peor contracción económica de su historia", en la cual "la Cepal (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) calculó un retroceso de 27 años en los niveles de pobreza extrema".
De ese modo, "América Latina y el Caribe se convirtieron en la región del mundo que perdió más años en expectativas de vida".
"Ahora debemos enfrentar los efectos de la guerra", insistió el Canciller.
"En la última Cumbre de las Américas propuse organizar continentalmente no solo la producción de alimentos, sino también el desarrollo de nuestro enorme potencial energético y de minerales críticos para la transición ecológica", desarrolló.
"Tan solo en Argentina, contamos con la segunda reserva de gas no convencional del mundo. Con Chile y Bolivia constituimos el "triángulo del litio" en el que se concentra más del 60% de las reservas mundiales de ese mineral. Estamos desarrollando la producción de hidrógeno verde", puntualizó.
Para Cafiero, "es nuestro deber construir un mundo más justo y previsible. Démosle una oportunidad a la paz. Miremos como el hambre y la pobreza se expanden en el sur del mundo mientras en el norte las armas acumulan muertos. No puede ser que no hayamos aprendido de tanto dolor vivido".
"La historia es una magnífica maestra que acumula experiencias. Pero su enseñanza solo trasciende cuando somos capaces de escucharla. Solo así podemos evitar caer en los mismos errores en los que la humanidad cayó en el pasado", concluyó.
Panorama Nacional, lunes a viernes de 6.00 a 7.00.
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