“Casi todos tenemos una combinación de estrés mental, químico y físico”, dijo el médico especializado en Medicina Funcional (IFMCP) en Estados Unidos y autor de best sellers como “Anti-Estrés Paro, respiro, observo, reinicio”, Carlos Jaramillo, en diálogo con el conductor Adrián Noriega en el programa “Nunca es tarde”.

“Mi investigación sobre el estrés la apoyo en tres patas. Una que es la conocida para todos, que es el estrés mental. Pero hay otros dos tipos de estrés: el químico, que puede venir del alcohol, las drogas, el cigarrillo, sustancias químicas, medicamentos, una intoxicación de cualquier cosa, que induce a una respuesta estresora para el cuerpo. Y el estrés físico”, explicó el también autor de “El milagro metabólico”, “El milagro antiestrés” y “COMO”, que acumulan más de un millón de ejemplares vendidos.

En ese sentido, sobre el manejo del estrés, el experto desmintió: “La gente cree que meditar es parar la mente, pero no es eso, sino gestionarla”.

Asimismo, advirtió que “mucha gente menosprecia los hábitos, la meditación o el mindfulness. Pero hasta que no lo practican no lo van a entender. Entonces el que lo menosprecia es porque no lo hace”.

El autor contó además que en 2014 casi se muere de meningitis por citomegalovirus. “Mi sistema inmune se debilitó por estrés”, recordó.

Y completó: “Tuve una época en mi vida en que no supe gestionar el estrés por una buena cantidad de años. Mi sistema inmune se debilitó, se me metió un virus a la cabeza y terminé en cuidado intensivo, muriéndome muy enfermo, muy mal. 42 días estuve hospitalizado muy enfermo, con mucho miedo. Eso me hizo salir a barajar y dije, ‘vamos a empezar a trabajar con el espejo’, con todo, desde creencias, personas, vicios”.

Para Jaramillo el pilar más importante para la vida es “el manejo de las relaciones”.

En ese aspecto, explicó que en la meditación y en el budismo se habla mucho del rol del observador que a la larga es la forma de relacionarse con aquello que se observa. “Luego lo que yo tengo que trabajar es en mí”, concluyó.