Todos los 29 de abril se conmemora en la Argentina el Día del Animal, en memoria del abogado cordobés Ignacio Albarracín, uno de los pioneros en la lucha por la defensa de los derechos de los animales. A manera de homenaje, armamos este recorrido por cinco bandas con nombres de animales.
Pescado Rabioso:
La separación de Almendra resultó ser una explosión creativa, una multiplicación de talento expresada en tres bandas fundamentales para la historia del rock argentino: Color Humano, Aquelarre y Pescado Rabioso. Spinetta se unió a Black Amaya y Bocón Frascino para sintonizar su particular lírica con un estilo más directo, cercano a Led Zeppelin. Más tarde, el ingreso de David León y Carlos Cutaia terminó de definir el universo de una banda única.
Lions In Love:
Daniel Melingo fue parte de la banda solista de Charly García, integrante de la reencarnación de Los Abuelos de la Nada y miembro fundador de Los Twist. Después de ser parte activa de la escena del rock argentino de la década del ochenta Melingo viajó a España, donde armó Lions in love, una agrupación multicultural con la que grabó dos discos y llegó a ser una de banda de culto de este lado del Atlántico a principios de los noventa.
Los Siete Delfines:
Cumbre del dark nacional. Después del final de Fricción, Richard Coleman se junto con Horacio Gamexane Villafañe para armar, junto a Ricky Saenz Paz en bajo y Braulio D'Aguirre en batería, una de las bandas que le dio un shock eléctrico a los albores de la década del noventa. Con la producción de Gustavo Cerati grabaron un disco oscuro y potente que incluye una versión de Post Crucifixión de Pescado Rabioso.
Los Super Ratones:
De la costa californiana a Londres, la banda marplatense supo mutar, en más de treinta años de trayectoria, de un rock and roll deudor de los Beach Boys a una reinterpretación y apropiación en clave local del brit pop, siempre teniendo como estandarte la melodía, las guitarras y las armonías vocales.
La Máquina de Hacer Pájaros:
En una de las épocas más oscuras de la historia argentina, Charly García armó el que es tal vez uno de los primeros supergrupos del rock nacional. En línea con el sonido progresivo reinante en la primera mitad de la década del setenta, con muchos guiños al Genesis de Peter Gabriel, García unió fuerzas con Carlos Cutaia, ex Pescado Rabioso, Oscar Moro, ex Los Gatos, Gustavo Bazterrica, que años más tarde integraría Los Abuelos de la nada, y José Luis Fernández, ex Crucis.
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