Así se expresó Evangelina Jaime, guardamemoria de una cultura ancestral que por miles de años se desempeñó en los ríos del sur del Litoral.

“No podemos vivir como lo hacían los Chaná, pero si recuperar su historia, el amor a la tierra, y tratar de que no se vuelva a perder esa historia”, indicó la hija de Blas Jaime, quien junto a linguistas del Conicet, rescató una lengua que se creía inexistente o perdida.

En la entrevista, Evangelina da cuenta de una cultura que ebulle en los ríos del Abya Yala y en nuestra sangre. Una historia de mujeres guerreras, pueblos silenciosos y donde los ríos eran considerados como las venas y la sangre de la Madre Tierra

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