Gustavo “Petaco” Barrientos de 45 años, ex jefe de la barrabrava de Patronato y condenado por un doble homicidio, murió de cinco disparos con una pistola calibre 9 milímetros, al menos dos de ellos en el rostro.

La investigación avanza a dos orillas: en Paraná y en Santa Fe, donde habría medidas judiciales inminentes en busca de los sospechosos de haber participado del golpe comando y ejecución de Barrientos, en la siesta del sábado en Colonia Ensayo.

Gilberto Robledo, fiscal del crimen afirmó que “no estamos hablando de un homicidio común” sino que se trata de “un homicidio agravado”. Afirmó que “las líneas investigativas son tres” y que la principal hipótesis apunta a un “ajuste de cuentas”.

“Hubo acá un ajuste de cuentas. Problemas de vieja data que produjeron estas circunstancias”, destacó el fiscal. Dijo que “en principio podría ser, pero uno no puede afirmarlo ni descartarlo”. Admitió que es un tipo de crímenes muy común en la zona de Rosario.

“No estamos hablando de un homicidio común. Estamos hablando de un hecho grave, de un grupo de entre siete u ocho personas que a bordo de una camioneta llegan a un domicilio, arriban e irrumpen una de las dos puertas que tiene ingreso y prácticamente ejecutan a la persona con varios disparos de armas de fuego”, planteó.

Acto seguido, relató que los sujetos se dieron a la fuga y la camioneta fue localizada en la zona de Puerto General Alvear, donde se encontraron distintas prendas de vestir y tipos de armas de puño y armas largas que “fueron presumiblemente utilizadas para cometer el hecho”. En relación a la fuga de zona, dijo que “hay algunos testimonios de que las personas subieron a una embarcación y fueron trasladadas”.