Norberto Lavattiata, secretario de Medio Ambiente de Santo Tomé, brindó detalles del estudio que llevan a cabo con el Conicet y que apunta a la detección temprana del Aedes, mosquito transmisor de Dengue, Chikungunya y Zika.
“A través de un convenio de trabajo en conjunto, colocamos sensores de monitoreo para conocer la actividad particular del Aedes. Atrapamos muchos mosquitos, de otras especies, pero nosotros nos detenemos en el que nos interesa”, expresó.
El funcionario relató que se trata de “trampas de plástico que atraen las hembras y ponen los huevos. Las levantamos semanalmente, son 62 trampas distribuidas estratégicamente en todo el área Santo Tomé. Al tener ese registro semanal, mandamos al CONICET, ellos analizan, ven la cantidad de larvas y de acuerdo a esos ciclos podemos saber cuándo se convierte en adulto. Entre esas larvas, tenemos entre 7 y 10 días para actuar”.
Asimismo, negó que la altura de los ríos influya en la proliferación de la especie: “El Aedes es un mosquito netamente hogareño, no se produce en cunetas, en esteros, o lagunas... En las intervenciones que hicimos en el microcentro de la ciudad, encontramos larvas en tapitas de gaseosas. Por eso es muy importante el descacharrado”.
En el mismo sentido y justamente por la explicación anterior, Lavattiata comentó que “las fumigaciones no están recomendadas para combatir el dengue, porque estamos usando los mismos productos en la zona agrícola pero en el área urbana. La toxicidad es el riesgo por el tiempo de exposición”.
Además, aclaró que “el 90, 95 por ciento de los mosquitos son los comunes o tipo toro que no transmiten dengue”.