Enterados del anuncio emitido en el día de ayer en conferencia de prensa por el vocero del presidente Milei, Manuel Adorni, quien comunicó se procedería al cierre del Instituto de Agricultura Familiar, Campesina e Indígena, con el consecuente despido de alrededor de 900 trabajadores, compartieron las circunstancias que están pasando quienes desarrollan tareas en ese organismo de apoyo para agricultores.
Juan Zermoglio contó que ya venían produciéndose situaciones de vacío presupuestario y logístico desde las esferas que administran al Instituto, dando como ejemplo que el combustible para el único móvil con que cuentan en esta Delegación para moverse en territorio, es pagado por el personal al igual que las posibles reparaciones. Recalcó que el cierre del organismo "es un golpe directo a los productores, al sector". Además, detalló como el Instituto ha intervenido en estos años tanto en la elaboración de proyectos productivos como en asesoramiento y apoyo a las comunidades implicadas. Zermoglio no mostró extrañeza ante una situación de precariedad y flexibilización laboral que viene extendida por años con la consecuente falta de seguridad, estabilidad y una marcada incertidumbre en el trabajo.
A continuación tomó la palabra Néstor Wilwer quien detalló como el organismo fue sucesivamente cambiado de órbitas dentro de los organigramas ministeriales del Estado Nacional, teniendo como última información que el gobierno presidido por Javier Milei nombraría una interventora; persona que es psicóloga y actualmente se desempeñaría en la policía de la Ciudad de Buenos Aires. Esto hace unos diez días atrás. En cuanto a la parte legal, especificó que nadie en el Organismo ha sido notificado, remarcando especialmente sobre el vacío legal en el que han desempeñado tareas en cuanto al modo de contrataciones.
Para finalizar, Gabriel Pérez detallo los alcances que tiene el Organismo de apoyo a la Agricultura Familiar, los grados de compromiso e involucramiento con las Comunidades y los resultados alcanzados en todo lo proyectado. Mencionó como la población, integrada por unas 3000 familias según datos poblacionales, fue organizándose en las llamadas "Mesas de Desarrollo" a propuesta de los 22 técnicos, un trabajo con pocos recursos y personal, utilizados con mucha eficiencia. "Lejos de ser muchos, somos pocos y tenemos muy pocos recursos"
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Redacción: Pedro Mendoza
