Todo comenzó el viernes pasado, cuando Instituto venció de local por 1 a 0 a Almagro, con gol de penal de Paulo Rosales, por el torneo Nacional B. Desde Iván Delfino hasta el último jugador del plantel “glorioso”, todos sabían que había que revertir el magro momento. De esta manera, el Albirrojo salió a jugar el partido con más ganas que fútbol, atropellando a un Tricolor tibio que, además, recibió el tanto del equipo rival a los tres minutos del primer tiempo.
Hasta la expulsión de Luis Castillo por agresión a los 42 minutos del primer periodo, el equipo de Alta Córdoba fue el único que hizo propuestas. Ya en el segundo tiempo, con un contrincante que contaba con un jugador menos, Almagro se animó un poco más. Sin embargo, los aportes fundamentales de Ignacio Antonio en la mitad de la cancha y las intervenciones de Matías Garavano dejaron en cero la valla del conjunto cordobés. ¿El resultado? Un merecido triunfo de los dirigidos por Delfino, especialmente por la entrega. No obstante, el juego tiene que seguir mejorando, ya que mañana tiene un gran partido para seguir demostrando su alza ante Villa Dálmine, otra vez como local, en el estadio Juan Domingo Perón.
Para el día sábado, la jornada fue doble, porque jugaron los dos representantes que Córdoba tienen en Primera División. En primer lugar, salió a la cancha Talleres, que visitó en el estadio José Amalfitani del barrio porteño de Liniers a un alicaído Vélez Sarfield. La “T” consiguió en gran forma su tercer triunfo consecutivo, venciendo 2 a 0 al Fortín con goles de Menéndez y Ramis. Con este resultado, el equipo cordobés la “T” llegó a 1,375 (11 puntos en 8 fechas) y ya tiene 18 equipos por debajo de su posición. Nuevamente sus figuras fueron Leonardo Gil y Pablo Guiñazú, una dupla que le da al conjunto de Kudelka un gran equilibrio. El próximo domingo, en el Kempes, recibirá a Patronato de Entre Ríos.
A su vez, el mismo sábado, en el Mario Alberto Kempes, se enfrentaron Belgrano y Quilmes, donde el Pirata buscaba su primer triunfo como local, además de salir del fondo de la tabla. Por su lado, el Cervecero trataba de juntar puntos a cualquier costo para no perder la categoría, ya que está muy comprometido con el descenso. El partido fue totalmente ordinario, sin peligro en ninguno de los dos arcos y sin sucederse más de tres pases seguidos. ¿El resultado? un final con cero goles. Para los dirigidos por Grelak, un punto suma. Pero en el caso de los dirigidos por Teté González, tendrán que encontrar el rumbo pronto, ya que, además del torneo doméstico, a la brevedad juegan semifinales de Copa Argentina ante el ganador del encuentro entre Rosario Central y Boca Juniors. Entre tanto, el próximo domingo visita en Victoria a Tigre, una nueva oportunidad para seguir buscando al equipo que hasta hoy no aparece.
Pablo Paez
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