Luego de la decisión de la Provincia de prohibir la actividad en discotecas y bailes hasta el próximo mes de abril, referentes del sector reclamaron por la crítica situación económica que atraviesan y pidieron una solución para retomar la actividad frenada desde marzo. Marcos Genaro, vocero de los bolicheros y propietarios de locales nocturnos, señaló que “hay  un  30% de locales que dejó de funcionar. No recibimos ninguna ayuda del gobierno provincial. Hay unos 13.800 empleados de 220 establecimientos de todo el territorio provincial que ven peligrar  la fuente laboral”.  En diálogo con Radio Nacional, Genaro aseveró que “muy pocos pudieron reconvertirse en bares. La situación es muy difícil. Fuimos de los primeros en presentar protocolos sanitarios para funcionar".  “La juventud necesita contención y con esta medida lo que se hace es fomentar las reuniones clandestinas”, finalizó. De manera paralela, empresarios cuarteteros realizarán una manifestación esta semana para que se permita, con protocolos, la vuelta de los bailes.